Creo que para poder pasar a un modelo productivo realmente basado en el conocimiento, en el que la innovación sea la piedra angular de las políticas de competitividad y en el que España se diferencia por su valor añadido, y no por el coste de mano de obra, debemos replantear cómo estamos formando a los “trabajadores del futuro“.
No será rápido, ni permitirá conseguir grandes titulares a corto plazo, pero creo que es la única forma de cambiar de verdad la economía española. En este sentido Finlandia tiene muchas ideas que ofrecer, y aunque no existe un único punto clave, creo que algunos de los más relevantes son:
- Sólo acceden a los puestos de profesor los mejores, y éstos a su vez son los que forman a las siguientes generaciones.
- La forma de trabajo en las aulas es participativa, con un marcado enfoque experiencial, lo que hace que los jóvenes recuerden e integren lo que han aprendido.
- Existe un pacto de estabilidad, en el que las principales fuerzas políticas acuerdan dejar madurar el sistema que previamente han negociado y definido por consenso
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